7 feb 2011

PARA SIEMPRE

Les puedo asegurar que él no sabía que pensar. Quedó descolocado, era una verdad simple y resonante a la vez, fácil de sentir pero difícil de ver. Hacía tiempo se había alejado, o eso creía. Siempre orgulloso hasta niveles tercos, no reconocía eso que le hacía tan bien. “Eso no existe, ¿qué me hablan de lo eterno? ¿De un sentimiento profundo? Por favor! Eso es cuento… chamuyo” Repetía hasta el hartazgo, sin darse cuenta que sus ojos no mentían, no como sus palabras. Convencido de la existencia de cariños pasajeros, efímeros. De no aferrarse a nada, de tener cuenta regresiva para cada cosa de su vida, esperando un final brusco pero anunciado. Así era él, orgulloso y temperamental, con una sensibilidad oculta en lo mas profundo de su ser. Capaz de escaparle al nudo en la garganta pero no al latido del pecho. Ese pecho que se paralizó en el preciso momento en el cual ese joven se acomodó en el tablón. Ese lugar que lo vio reír, llorar y saltar. Estuvo antes, esta ahora y bien sabe que estará después. Nadie le quita el sentimiento. Nadie le quita lo que quiere creer. Y solo él confía en que los amores para toda la vida si existen y eso lo llena por dentro. “Siempre que estés, habrá aire. Mi vida es con vos o que se acabe el mundo”.

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