30 nov 2010

NADA FUERA DE LUGAR


Esa tarde no había nubes. No había viento, tampoco lluvia. No se veían uniformados. No había cacheos, ni maltratos. Esa tarde no había nervios. No había plateas, tampoco insultos. Ni siquiera había previa. No había estadísticas ni promedios. Esa tarde no había apuro. No se escuchaban silbidos, tampoco murmullos. No había polémicas. No había insultos, no había arreglos. Esa tarde no había barras. No había piedras, ni gente corriendo.
Y como no había nada de esto, entonces no había problema. No había pelotazos. No había roces, tampoco patadas. No había gritos. No había locura, ni desesperación. No había ansiedad. No había lamentos, tampoco reproches. No había trampa. No había errores, ni picardías. No había decepciones. No había vergüenza, ni dramatismo.
No había nada de esto, porque no era necesario. Esa tarde no había nada fuera de lugar. Esa tarde había un hincha, había un equipo. Esa tarde… había fútbol.

No hay comentarios:

Publicar un comentario